Durante una rueda de prensa en Londres, el secretario de Estado, John Kerry, ha anunciado que la única manera de que Estados Unidos dé marcha atrás en su intención de atacar al régimen del presidente sirio, Bashar al Asad, sería que éste entregara en el plazo de una semana su arsenal de armas químicas, aunque cree que no lo hará. “Podría entregar todas sus armas químicas a la comunidad internacional en una semana, pero él (Al Asad) no va a hacerlo y no se puede hacer“, ha respondido Kerry ante los periodistas.

Los medios de comunicación han insistido en que Al Asad asegura que las pruebas presentadas por Washington sobre el ataque químico del 21 de agosto en Damasco son “una gran mentira“, a lo que Kerry ha respondido que hay “pruebas auténticas“. “Como antiguo fiscal, son pruebas que podrías presentar en un tribunal. He visto a gente condenada a cadena perpetua con pruebas más débiles“, ha argumentado. De hecho, la Casa Blanca ha colgado las pruebas en su página web demostrando que Al Asad ha disparado misiles Scud contra colegios y civiles.

Por su parte, el presidente sirio ha concedido la primera entrevista extranjera a la cadena CBS y ha advertido que quienes ataquen a Siria “pueden esperar todo tipo de acción“. “Hay diferentes grupos, diferentes fracciones, ideologías diferentes“, señaló Asad, quien añadió que su Gobierno “no es el único que actúa en esta región. Hay de todo ahora aquí“.