Vivía en Argentina con ganas de volar alto y cumplir mi sueño americano. Nací hispano, pero para mí el mundo era mi casa y decidí vivir en Estados Unidos, Miami. Llegué con esperanzas y sin saber que me esperaba.
Sin padrinos ni contactos, me enfrente a una duran realidad: ser hispano en Estados Unidos no era fácil y después del atentado del 9/11 ni siquiera divertido.
Empecé a golpear puertas inútilmente… Cristina y Don Fancisco eran, junto al Gordo de Molina, grandes invencibles para competir, hoy ya no…
Curiosamente la vida me llevó de vuelta para Latinoamérica, Julio Sabala fue el primero en darme trabajo y me llevo por dos años sin parar de conocer a “mí gente”, lo que sería mí público luego.
Conocí cada pueblo de cada país desde Centro, Sudamérica y El Caribe, una escuela brutal de lo que es ser latinoamericano.
Ahí me preparé, me eduqué, entendí quienes éramos. Pero entrar en Miami estaba difícil, había que ser agresivo, fuerte y hasta dar miedo… Así entré y me hice famoso, diciendo:
“RESPÉTENME, DIGO AL VERDAD, TENGO TALENTO, TRABAJO DURO”… y a la gente le gusta mi creatividad.
Nació así “EL AGUILA”, un personaje hispano, fuerte, libre, honesto y guerrero, capaz de enfrentares a cualquier injusticia, dictadura y defender a los mas débiles, a los inmigrantes. Empezar a cambiar la mentalidad de Miami no fue fácil, que perdamos el miedo a hablar y a opinar, el estar unidos los medios cuando hay que estarlos. Fue así como con mi equipo hicimos radiomaratones, campañas de ayudas, denunciamos abusos y hasta liberamos cubanos injustamente encerrados en México. Campañas por el autismo, el HIV, mujeres golpeadas, deportaciones injustas .
Ser líder, fuerte, libre y tener la manos limpias en la industria genero pronto la envidia, los celos y hasta empezó a molestar a los “mafiosos” de siempre , y quisieron hacerme pagar un precio,
Como famoso hispano en Estados Unidos he vivido las cosas más extrañas y duras que se pueden vivir por cumplir el “SUEÑO AMERICANO”. Políticos corruptos, artisas que se creían vacas sagradas y hasta sacerdotes con doble vida estuvieron en la mira de mi lengua justiciera. Y me ha pasado de todo siendo un hispano famoso.
Desde los empleados de Alejandro Sanz denunciando injusticias laborales en mi show , hasta ser amenazado por una iglesia de santeros en el caso de brujería y el hecho policial del músico Estéfano.
Colegas míos me han perseguido por la carretera para golpearme. Hasta una vez una persona que estuvo fuera de la ley y siendo un “Gran Sapo” me invitó a cenar para hablare del romance que vivía con la colombiana de moda en Hollywood hoy.
Ver como aparentemente se suicidó mi amigo Peter López, el último abogado de Michael Jackson. O el día que me citaron en un galpón de Doral (Miami) para ver con mis propios ojos los golpes que una periodista recibió de parte de su esposo, periodista también, mientras él me negaba los hechos.
Casi me crucifican cuando hace 10 años yo decía que el Padre Alberto no era real en su estilo de vida y luego supimos la verdad. El momento de verdad brutal que viví con el concierto de Juanes en Cuba donde me dí cuenta que estaba solo… Muchos de los periodistas del exilio solo quieren mantener su “quintita” periodística y la otra mitad están con Dios y el diablo.
El día del concierto fui detenido en Cuba por levantar un cartel que decía “LIBERTAD” y hasta tuve que enfrentarme al gobierno mexicano por cómo tratan a los inmigrantes centroamericanos y cubanos.
Enfrentar al departamento de niños y familia, como al sistema escolar y la discriminación hacia los latinos. No entrar en la mafia de “payola” en la radio y con las disqueras, son algunas de las tantas batallas que me tocó enfrentar.
Me he enfrentado a mediocres y con egos distorsionados, fui marginado y amenzado por publicistas y manager de artistas. Tuve que ver como conductoras y reporteras del tiempo crecían porque tenían “amores” con ejecutivos de televisión o como cantantes sonaban en la radio porque su marido vendía flores con polen blanco o tenían sus parejas con dinero dudoso.
Ver periodistas hombres ejerciendo la “prosti-televisión” usando su seducción con editores gays de revistas hispanas para escalar en los medios. Hasta hoy en día a la “beautifull people” en las cadenas las eligen productores pensando con las pompas y los peor que todo, el mundo se da cuenta y luego pierden sus puestos.
No todo fue glamour para mí en mi vida de celebridad hispana en Estados Unidos. Cuanto más alto estás más altas las vallas y los obstáculos. Ser exitoso es sinónimos de problemas, enemigos y precios a pagar. He ganado todos los combates porque soy fuerte y soy un águila, me he afilado la visión para no caer en las trampas que me ponen, tengo las garras preparadas para no dejarme usar, y mi pico nunca dejara de decir lo que pienso y la verdad. Eso es mi hispanidad, el ser YO.
Yo mismo abriendo mis alas bien grande, le guste a quien le guste. Tengo derecho a ser y ser libre…no descansaré hasta que los latinos seamos de verdad una opción creativa y positiva para este país, y que el único enemigo que enfrentemos sea el conformismo.
La conquista final de los hispanos es encontrar la trascendencia por sobre la supervivencia. Vinimos a DAR no a tomar. Vinimos a GANAR UN ESPACIO no a robarlo.. Vinimos a vivir nuestro SUEÑO LATINO – AMERICANO PERO HAY QUE LOGRARLO CON DIGNIDAD, EXCELENCIA Y LAS MANOS LIMPIAS, AUNQUE SEA EL CAMINO MÁS LARGO, los atajos son para los mediocres.
Por Javier Ceriani
Huffingtonpost.com