Miami ha intentado por todos los medios ser la anfitriona del Super Bowl pero finalmente, los dueños de la NFL le han otorgado el Super Bowl 50 a la Bahía de San Francisco Bay y la 51 a Houston.
Una de las principales razones por las que la NFL se ha decantado por estas ciudades es por su gran inversión en la construcción y rezorzamiento de sus instalaciones de football. De hecho, en Santa Clara se está construyendo un estadio valorado en $1,200 millones para los 49ers de San Francisco. Por su parte, Houston ha aprobado la renovación del Reliant Stadium por valor de $25 millones para instalar nuevas pantallas de video de alta definición.
En Miami, el propietario de los Dolphins, Stephen Ross, intentó recaudar fondos para remodelar el Sun Life Stadium pero sus intentos fracasaron. A pesar de la derrota, Ross ha felicitado a las ciudades ganadoras aunque admite que, a pesar de todo, cree que no existe un lugar mejor en el mundo para celebrar el Super Bowl que en el sur de la Florida.
