Todo empezó cuando la cantante Rihanna publicó unas fotos con poca ropa en su cuenta de la red social Instagram. Se trataba de unas fotos de un reportaje para una revista erótica francesa que la artista quiso compartir con sus seguidores. Sin embargo, Instagram decidió censurarlas por ser inadecuadas según su política de empresa. Pero la polémica no quedó ahí. La red social decidió cancelar por completo su cuenta dejando a millones de seguidores sin noticias de la cantante de Barbados.

Pero ahora Instagram ha pedido disculpas y ha vuelto a activar la cuenta, según recoge la revista People. “La cuenta fue brevemente inhabilitada. Nos disculpamos por cualquier inconveniente”.