El cantante estadounidense Bruno Mars puso en pie al estadio Metlife con una actuación que hizo bailar y saltar a todos los presentes. En el medio tiempo del Super Bowl, el cantante nacido en Hawai interpretó cuatro de sus canciones, una de ellas acompañado por la banda Red Hot Chili Peppers.
Tras una breve introducción a cargo de un coro de niños, Mars comenzó el espectaculo con un espectacular solo de batería que sirvió para abrir el fuego y dar paso rápidamente al gran éxito “Locked Out of Heaven” mientras un espectacular sistema de luces iluminaba las gradas de manera intermitente. Impecablemente vestido con una chaqueta dorada, despachó el tema junto a una banda con una amplia sección de viento que se lució en las coreografías.
Sin más dilación, Mars descargó su segundo hit, “Treasure”, y a continuación demostró su capacidad para fusionar el soul, el pop y el rock integrando en su espectáculo a los Red Hot Chili Peppers. Con la canción “Give it away”, una de las piezas más populares del rock de la década de los noventa, sólo necesitaron un par de minutos para poner a todo el estadio en pie.
Finalmente, Mars aminoró el paso para cerrar con una sentida balada introducida con un vídeo homenaje a los miembros de las fuerzas armadas desplegados lejos de sus casas y la canción “Just the way you are”.
El cantante, que como es habitual no cobró ni un centavo por la actuación durante el Super Bowl, dejó un buen sabor de boca en un escenario que en años anteriores había ocupado artistas mucho más consagrados como Beyoncé, Madonna o Bruce Springsteen.
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